miércoles, 28 de octubre de 2015

Lecciones De Mi Padre Para El Éxito

Mi padre me dijo que puedes vivir muchísimos más años y conseguir varios objetivos a los setenta, ochenta y noventa años. Y es verdad.

Puedes llegar a los cien años perfectamente.

El va camino de cumplirlos y con una salud de hierro.

Tu edad son sólo reglas que has aceptado y que han disminuido tu cuerpo y tu entusiasmo. Pero tu vida es ilimitada si estás dispuesto a cambiar.

Tu mente no tiene edad, cuando entiendas que tienes la edad que quieras tener, envejecerás muy lentamente y tu vida será muy larga.

Y te dará tiempo de hacer TODO lo que quieras hacer.

Tu edad biológica no es tu edad cronológica. Puedes tener veinte años y estar acabado como un "anciano".

Pero hay gente con 70 y 80 años que está física y mentalmente en forma. Tienen los niveles biológicos de vitalidad, la lucidez y la movilidad que un joven de 18 años.

Saben que son mucho más que su cuerpo y una fecha en el calendario.

Un dato que da que pensar:
La jubilación obligatoria en muchos países es de 65 años. ¡Algo arbitrario y sin sentido! Un día antes de cumplir 65 años, alguien que aporta valor a la sociedad esté bien, y al día siguiente se hunde porque depende de los demás. Muchos jubilados notan desastrosos cambios de salud tan sólo unos días después. Entonces llegan los ataques cardiacos, el cáncer y mil dolencias más.

El ratio de esas enfermedades un año después de jubilarse se dispara frente al año anterior.

Evidentemente es algo mental.

Se han abandonado y condenado a una muerte prematura sin sentido cuando antes de jubilarse eran saludables.

La gente que no acepta cumplir años se condena a sí misma. En cambio en sociedades donde piensan que cumplir años es admirable, los mayores están en forma, corren, levantan pesas y son los mejores asesores y expertos.

En esos países los ataques cardiacos y el cáncer también disminuyen brutalmente.

¿Cómo lo hacen?

Con una mentalidad de "cada vez me hago mejor".

Así añadirás un mínimo de 30 años más a tu vida "normal".

martes, 6 de octubre de 2015

Como sacar Provecho de tus errores

¿Tu también eres de los que crees que cometer errores es una debilidad?

Los que creen erróneamente esto no quieren admitir que los cometen. Piensan que es de débiles. No les gusta admitir recaídas en sus viejos hábitos.

Pero, ¿Qué ocurre si ignoramos estas "debilidades"?

Que vuelven con más fuerza que nunca.

Imagínate cuánto mejor y más productivo serías si no tuvieras miedo ni a fallar, ni a las recaídas.

Imagínate hasta dónde podrías llegar si aprendieses de tus errores.

Imagínate la fuerza adicional que te daría la experiencia de probar y fallar.

¿Aún no piensas que un error bien enfocado puede ayudarte a eliminar tus malos hábitos?

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Los que consiguen cambiar sus malos hábitos saben que los errores están ahí para ayudarles.

Aquí un ejemplo:
Hace poco dijo un entrenador de fútbol cómo consiguió hacer de un portero normal un gran portero. El portero se lamentaba cada vez que cometía un fallo y lo repasaba en su cabeza.

Entonces el entrenador le ordenó que probara otra técnica radicalmente diferente.
Después de cada fallo sólo tenía que imaginarse repetir esa misma jugada sin cometer el fallo, en vez de dar vueltas una y otra vez al error. Y funcionó.

Reemplazando el fallo con éxito, su mente le hizo elegir siempre los movimientos correctos. Y esto hizo de él un gran portero. Sus fallos le hicieron aún mejor porque lo utilizó para elegir el camino bueno.

Todos los que han conseguido el éxito saben cómo domar las recaídas. Saben que caerse forma parte del camino.

Tú también puedes si sabes cómo.

Agradecerás tus errores y los corregirás.

Ya no te sabotearás dando vueltas y vueltas a tus antiguos fallos.

Descubrirás solamente en beneficios. Y un error siempre será una oportunidad para ti.