viernes, 5 de febrero de 2016

Aún hay tiempo

Aún estás a tiempo…

Nunca es demasiado tarde para aprender algo nuevo y mejorar.

Mira el caso de Mary Fasaono que en 1997, se graduó en Harvard a los 89 años de edad. Mary se convirtió en la persona de más edad de la historia de la institución en conseguir un título.

Hay miles de personas de más de 60 años con entusiasmo dispuestas a nuevas experiencias… ¡Y lo van a conseguir!

Un proverbio chino dice: «El hombre se engaña a sí mismo porque reza para que se le conceda una vida larga y tiene miedo de la vejez». Las ideas preconcebidas sobre la vejez nos afectan MUCHO MÁS que los años. Si dejamos que esto influya, perderemos actividades que podríamos realizar sin importar la edad.

¡Pero aún estas a tiempo!

“No se ha terminado hasta que no ha terminado”, dijo alguien sobre un partido de béisbol. Así debes ver tu vida.

Muchos piensan que su existencia terminó hace muchos años. Pero siempre hay cosas nuevas e interesantes por vivir. Sigue soñando y te sentirás mejor… y vivirás mucho más.

La edad siempre sirvió como excusa a los que fracasan. Pero es la resistencia a cambiar el problema, nunca la edad cronológica. Nadie se ve impedido por la edad. Lo importante es una mente abierta y la imaginación para encontrar soluciones.

Si te preguntas “¿Esto es mi vida?” necesitas un cambio. Cambia tu vida, mejórala. El miedo a envejecer aparece cuando nos retiramos de la vida. Pero podemos disfrutarla con un nuevo enfoque.

Probado: si lo intentas puedes conseguir cualquier personalidad. No hay excusas para nuevos intereses nuevos o nuevos talentos. No importan los años, siempre dispones de opciones, sólo tienes que buscarlas.

Lo importante es romper viejas costumbres que no aportan nada a tu vida. Tu personalidad no es de piedra. No hace falta que sigas el mismo camino porque sea una costumbre. Porque si haces siempre lo mismo no cambiarás ni crecerás. Todas las oportunidades para CUALQUIER satisfacción personal están a tu alcance.

No dejes un deporte o una nueva actividad porque creas que no eres bueno. El crecimiento implica hacer cosas que jamás hubieras intentado. Vale la pena intentarlo, no importa que después no lo hagas bien.

Por tu éxito,

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