jueves, 14 de abril de 2016

Como este detalle puede cambiar tu vida

Mi amigo César odiaba su trabajo. ¿Te suena?

Quería cambiar su vida pero no sabía como. ¿Qué podía hacer para disfrutar de su trabajo y por tanto de su vida?

Y la respuesta fue: poco a poco. Oyó en alguna parte que los cambios buenos son los que se hacen poco a poco. Sin grandes alardes. Así que decidió fijarse en los detalles importantes y potenciarlos. Entonces su vida (y sus ganancias) cambiarían.

César trabajaba en el almacén de su empresa. Y se preguntó: ¿Que parte de mi trabajo, por pequeña que sea, me da satisfacción? Busco, busco y rebusco.

Entonces vio que si que tenía una pequeña satisfacción: meter datos en el PC y tener controladas las existencias del almacén. Entonces sí sentía satisfacción. Era una gestión interesante y con muchas posibilidades logísticas y financieras.

Introducir los datos era su "momento interesante". Era cuando se sentía satisfecho de lo que hacía. Así que decidió potenciar ese pequeño detalle.

César investigó más sobre las existencias. Le supuso alguna hora adicional de trabajo, pero como le gustaba no le importó. Y cada vez era el que mejor controlaba las existencias. La gestión de stocks era lo suyo. Una luz en su vida. Por fin.

Decidió enfocarse en esa luz y complementó lo que sabía con unos cursos nocturnos de gestión de almacenes que le apasionaron. Luego pidió a su jefe que le dejara ocuparse un poco de los pedidos mínimos que había que hacer para mantener las existencias al día, (Un tema complicado del que todos huían. No tuvo ningún problema).

Aunque no podía cambiar su trabajo de la noche a la mañana, se ofreció para hacerlo fuera de sus horas de trabajo. 40 Minutos extra cada día, a lo que su jefe le accedió. No tenía nada que perder.

Y César persistió en su sueño. 8 Horas diarias en su trabajo gris, con casi una hora de premio al final de la jornada. Con su perseverancia, y paso a paso, logro ser el mejor. A la 3ª semana su jefe vio como César controlaba como nadie los stocks. Lo hacía realmente bien. (Siempre se hace bien lo que gusta).

Como empezaron a ahorrar gracias a su pasión por la gestión de stocks, dos semanas más tarde le cambiaron de puesto ¡para dedicarse 100% a lo que más le gustaba!: la gestión des stocks. No podía estar más contento. Pasó de odiar su trabajo a ir con ganas cada día. Todo gracias a ir poco a poco. Sin grandes revoluciones. Buscando el detalle, la pequeña satisfacción de algo.

Y tú puedes hacer lo mismo.

Empieza cultivando los hábitos que pueden revolucionar tu vida. Los que tienen los mejores hábitos de trabajo, de hacer ejercicio o comer sano para estar a tope todo el día son los que implementan los hábitos como hizo César: poco a poco.

Todos mis clientes consiguieron cambiar de vida con el sistema que descubrieron aquí. 

Consiguieron la satisfacción de trabajar en lo que les gustaba, en hacer 30 minutos de ejercicio diario o en dejar un poco de comida en el plato. Así se sintieron poderosos. Y la autoconfianza que sintieron cuando vieron que dominaban ellos su vida fue increíble.

Por ejemplo: muchos consiguieron hacer deporte empezando con cinco minutos al día (ponerse y quitarse las zapatillas deportivas, como lo oyes). Siempre hay algo pequeño a lo que agarrarse para conseguir un gran hábito.

Así que lánzate a tus sueños. Si vas poco a poco lo conseguirás. Si eliminas malos hábitos y los cambias por buenos, tu vida dará un vuelco.

Y la satisfacción de que estás haciendo algo grande cambiará tu vida.

Si quieres todas las herramientas para vivir la vida que te gusta y conseguir tus metas aquí tienes el sistema para conseguirlo.

Por tus éxitos,
David Valois




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