viernes, 29 de julio de 2016

Que hacer cuando estas desesperado

Esta historia cambió mi vida:

Hace años me lancé a mi propio negocio pero nada funcionaba.

Me fue bien en los anteriores trabajos pero ahora no conseguía despegar. ¿Cómo es que antes me iba bien y ahora los beneficios no entraban? En algo fallaba. No era el esfuerzo ni las horas invertidas. Pero por mucho que hacía los resultados no venían. Tardaba meses en cerrar un proyecto o sacar un producto.

¿Qué estaba haciendo mal?

¿Te suena esforzarte sin conseguir nada?

Me levantaba por las mañanas delante del ordenador sin escatimar en esfuerzos. Pero no vendía nada y apenas tenía clientes. No tenía sentido ¿Qué estaba haciendo mal? Tenía entendido que si te esforzabas conseguías resultados.

Pero no hacía más que dar vueltas y vueltas sin ganar nada. Humillado y sin dinero.

Cada día era igual que el anterior. Esfuerzo, movimiento y a final del día miraba mis estadísticas y… nada. Apenas un cliente nuevo o una venta.

Algo estaba haciendo mal.

Otro día, otra semana y otro mes. Siempre lo mismo. Trabajo, trabajo y trabajo. Pero a la hora de la verdad no ganaba nada. Estaba cansado ya…

¿Te ha pasado algo parecido?

Con lo bien que me fue en los últimos trabajos... Claro que trabajaba para otro, ¿pero no era lo mismo?

Y siguieron pasando los meses. Y cada vez más desesperado… y arruinado.

Pero un día cambió todo.

Una mañana tuve que dejar a un familiar en un pequeño aeropuerto cercano y en el mismo me encontré a Jon, un antiguo jefe. Lo aprendí todo de él. Era un fenómeno y todo lo que tocaba lo convertía en oro. Sabía cómo tratarnos a todos. No sé por qué pero dábamos lo máximo por él. No era ni duro ni paternalista. Pero siempre sabía qué había que hacer y decir.

Lo que aprendí de gestión, contabilidad, nuevos mercados y ventas con él no tuvo precio. Y los buenos resultados me animaron a montar mi propio negocio. Él lo entendió y me reconoció que había sido uno de sus mejores trabajadores. Lamentaba mi marcha pero que él en su día hizo lo mismo. (Y consiguió una fortuna millonaria.)

“¡Jon!” grité. Jon iba con prisa porque tenía que embarcar. “¡David!” me dijo “¿Qué es de tu vida?” sin parar de andar porque llegaba apurado al embarque.

Era mi ocasión, tenía que contarle en unos segundos mi situación y preguntarle por qué mi negocio (y mi vida) no despegaba. Y así lo hice mientras le acompañaba al embarque.

“¡Estoy desesperado! ¿En qué estoy fallando?” Él conocía mi negocio y sabía perfectamente qué hacer.

Sonrió. Y se me quedó mirando antes de embarcar a su avión.

No me dijo nada.

“¿Qué tengo que hacer?” le dije desesperado.

Me quedaban unos segundos para que me diese la respuesta del millón de dólares. Él había creado decenas de empresas con cientos de millones en beneficios. Lo sabía todo sobre crear organizaciones que funcionaran. Le oías hablar y parecía que su sabiduría no tenía fondo. Y lo demostraba con resultados y los mejores contactos.

“¿Quieres la respuesta?” me preguntó.

“¡Claro que quiero!” La azafata me impidió el paso al embarque y me dijo que no podía entrar pero no hice caso y le seguí. Me vida dependía de ese consejo.

Jon seguía mirándome fijamente y me dijo. "¿qué crees tú que falla?"

Lo que me faltaba… ahora el juego de las preguntas.

Le dije que hacía todo lo posible, que me esforzaba y que lo intentaba todo. ¡Pero tenía que decirme como lo hacía él!

La azafata en un tono más contundente me dijo que no podía entrar en el pasillo del avión, pero no le hice caso. Estaba desesperado.

“¿Qué tengo que hacer para ganar más  y conseguir clientes fieles? Lo estoy intentando todo”.

Jon siguió andando al avión independientemente de mis preguntas y la azafata (ya desesperada) vi que nos seguía.”

“¿A qué te refieres con lo he intentado todo?" me dijo. Me miro fijamente. Su mirada daba miedo, pero sabía que tenía la respuesta.

“A dar lo máximo”, le dije mientras le seguía.

“¡Seguridad!” gritó la azafata.

Pero Jon tenía que darme la clave. Le repetí mi negocio, (él lo conocía perfectamente porque había logrado beneficios millonarios y clientes más que satisfechos.)

Los de seguridad estaban a unos metros y tenía que marcharme. Pero  acabar en comisaría era el menor de mis problemas.

Jon me miró y me dio la respuesta.

P.D. La respuesta de Jon cambió mi vida y la manera en que hacía todo. Es una manera fácil de conseguir resultados pero sólo Jon y unos pocos lo hacen

íTras tener la respuesta de Jon a por qué no avanzaba en mi negocio y en mi vida me puse en marcha.

Ahora tenía la seguridad de qué camino seguir. Ahora sí.

Llegué a mi oficina desesperado y con un altercado policial en mi lista de logros.

Y me puse a repasar lo que hacía. Tenía la clave para ganar por fin.

“La respuesta está en tí. ¿Qué te retiene?” me dijo Jon.

Él insistió: “No hagas NADA más hasta que lo averigües.”

No imaginaba que ese mismo día iba a encontrar la solución gracias a lo que me ocurrió.

Pero ahora no paraba de repetirme sus palabras sin dar con ello.

Repasé mi lista de asuntos pendientes. Dejé de actuar como un robot y me paré a pensar qué es lo que hacía. ¿qué era importante y qué no?

Y entonces descubrí algo…

Repasando mi horario, mis prioridades, mi planes, los proyectos que tenía pendientes vi que algo no concordaba. Y que allí estaba la clave para producir más resultados y ganar más.

Pero no terminaba de verlo…

“¿Qué te retiene? No hagas nada más hasta averiguarlo”. Sus palabras retumbaban en mi mente.

Era viernes y me fui a casa. Dando vueltas a todo.

Necesitaba la respuesta.

"Maldito fin de semana" pensé, "llega cuando menos lo necesito".

No sabía lo confundido que estaba.

Porque el sábado por la mañana ocurrió lo que cambió todo. Por fin tuve la respuesta.

Quería ir a la oficina y ponerme a trabajar porque tenía muchos “asuntos pendientes”, pero me había comprometido con una reunión de antiguos amigos en otra ciudad. Iría a la comida y volvería lo más pronto que pudiera.

Y por el camino no dejaba de pensar en la solución de Jon: “¿Qué te retiene? No hagas NADA hasta que lo averigües.”

Compré el billete y me senté en el andén a esperar el tren.

”…¿Qué te retiene? No hagas NADA hasta que lo averigües...”
En el andén había demasiada gente. Parecía que había retraso con uno de los trenes.

Me daba igual, tenía otras cosas en que pensar.

Que la estación estuviera colapsada por culpa de un retraso ni me iba ni me venía. Podía ver la desesperación en la cara de la gente porque llegaba tarde. La misma que tenía yo todos los días.

Y entonces me di cuenta.

Entonces vi por qué no avanzaba.

Ahora vi cuál era la solución a mis problemas. Ahora sabía por qué a Jon le iba bien y por qué yo estaba desesperado (al igual que cientos de personas en el andén)..

La mayoría de gente estaba histérica en la estación.

Menos yo. Qué gracias a ello me di cuenta del camino a los beneficios en mi negocio…y en mi vida personal.

Ahora tenía la clave. Ahora sabía cómo ganar.

Ahora entendía las palabras de Jon. “¿Qué te retiene? No hagas NADA hasta que lo averigües.” Gracias Jon.

Resulta que el tren había llegado tarde por una avería y había afectado a todos los demás. Todos los que iban detrás tenían que esperar. No solo llegó tarde el tren averiado si no los diez trenes que iban detrás.

¡Un sólo tren había causado todo eso! Era el cuello de botella, el eslabón débil que si falla rompe toda la cadena. Y las consecuencias eran dramáticas. (Que se lo pregunten a los cientos de personas desesperadas en el andén).

Y por fin vi mi verdadero problema. Nunca me di cuenta pero yo también tenía un cuello de botella. En mi negocio también tenía un embudo que dictaba si tenía éxito o paralizaba todo.

Y mi cuello de botella en ese momento era producir más. Escribir más libros. En el momento en que dejaba de escribir no estaba produciendo. Daba igual que hiciera la contabilidad, el mejor marketing, más publicidad o más promociones. Si no tenía más productos no tenía nada. En cambio, si lo tenía todo iba sobre ruedas. Todos los errores podían corregirse sobre la marcha mientras tuviera productos. Pero sin productos iniciales no tenía nada.

Tenía un solo libro y pasaba el resto del día promocionándolo desesperado, pero no era suficiente. “No tenía tiempo” para escribir otro con las demás gestiones que hacer. ¿No tenía tiempo para lo más importante? ¡Qué error de estrategia!

Pero el tren que llegaba tarde afectaba a todo lo demás. No escribir más libros, no tener más productos era mi cuello de botella. Necesitaba más productos y audios que vender o malviviría el resto de mi vida.

Y entonces cambié mi horario y mi manera de trabajar y dediqué las tres primeras horas de mi horario SÓLO a producir libros y audios. Que ningún tren atascara al resto. No podía obtener nada del marketing, la publicidad y la contabilidad si no fabricaba productos. Era mi cuello de botella. Sin productos no había dinero.

Y cambiar no supuso esfuerzo extra. Solo redistribuí mi tiempo para hacer productos a primera hora. Lo más importante al principio.

Y fue matemático. Al de dos meses completé otro libro. Y al de tres meses, otro más. Y luego llegaron dos audios más ese mismo año.

Y el beneficio POR FIN entró. Y de qué manera.

Gracias a dedicarme a lo importante. (“¿Que te retiene?” Recuerdo las palabras de Jon.) Pero todo cambió cuando averigüé mi cuello de botella.

Ahora vendía y con los beneficios pude subcontratar gente para la contabilidad y publicidad. Y yo tenía tiempo para la estrategia… y por supuesto para producir sin parar en unas pocas horas por la mañana.

Ahora no daba vueltas desesperado al marketing, ni a mis contactos. Ahora las nuevas ideas funcionaban porque tenía mi cuello de botella a pleno rendimiento. Los resultados llegaban por sí solos.

Todo gracias al consejo de Jon”¿Qué te retiene?”

Por eso te lo pregunto a ti también. Si estás desesperado hay algo que te retiene.

En estos momentos en tu vida hay un cuello de botella del que depende TODO lo demás que tienes que poner a pleno rendimiento.

Hay algo que haces que es clave y que tienes que potenciar.
Tus beneficios dependen de ello.

Ojo, porque es fácil que lo hayas arrinconado y te preocupes de otras “urgencias”.

Pero créeme que la clave está en que reconozcas tu cuello de botella. Tu vida está en juego.

Este descubrimiento y algunos más que catapultaron mi negocio y mi vida los tienes aquí.

Todo lo que necesitas para ganar y ahora no ves lo tienes recopilado ahí.

Empieza ya a acumular prosperidad.

Por tu éxito,
David

P.D. : Date prisa  porque no puedes perder ni un minuto. El tiempo pasa rápido y estás dejando de ganar dinero (y una vida personal mejor) por no averiguar que te retiene. Pero con este Coaching lo encontrarás.









jueves, 28 de julio de 2016

Que hacer si estas desesperado

Mi objetivos es ayudar a clientes a ganar más.

¡A que trabajando menos vivan el estilo de vida que buscan!

Por eso insisto en que ganas más y trabajas menos, si te concentras en el vital 20/80, si tienes sistemas para todo y subcontratas sin piedad.

Disfrutaras de tu vida ideal si te concentras en tus talentos naturales y te dedicas a tus pasiones.

PERO puede que no estés preparado para esto aún...

En vez de eso estas gritando:"¿Qué puedo hacer para ganar dinero RÁPIDAMENTE? ¡Ya! ¡Ahora!"

Todos los consejos sobre el éxito que te dan ahí no sirven si estas desesperado. No sirven si justo pagas tus facturas.

Si es tu situación, olvídate de lo que oigas por ahí.

Necesitas una manera rápida de ganar dinero.

Y la manera más rápida no es lo que parece. No valen los consejos ni las oportunidades que salen por ahí.

La manera rápida es dar un buen servicio a otros mientras piensas en tu pasión.

Empieza por hablar con los más allegados y familiares para ver que tienen para ti mientras haces bien tu trabajo (aunque lo odies). Los premios vendrán por otro lado.

Y luego envía tu Curriculum. Pero al mismo tiempo piensa: ¿Que me gusta hacer? ¿Me gusta el marketing, las finanzas, la astronomía, el coaching, la historia...?

Es una manera de desarrollar tus talentos mientras ganas dinero.

Estás construyendo la oportunidad para ganar seriamente dinero si piensas en lo que te gusta mientras trabajas.

Pero vamos a suponer que no conoces a nadie para cambiar de trabajos y dedicarte a tu pasión...

Es fácil. Ofrece tus servicios sobre lo que te guste hacer en páginas como Elance.com o Fiverr.com. existen varios directorios y webs en internet.

Y mientas monta una web con lo que sabes. No hace falta que sea el próximo Google. Que sea sencillo. Ya lo irás mejorando.

Ahí podrás darte a conocer lo que sabes, escribir reportes o hacer audios que luego podrás vender. Siempre sobre el tema que te apasiona.

¡TODO EL MUNDO TIENE UNA GRAN PASIÓN CON LA QUE PUEDE GANAR DINERO!

¡TU TAMBIÉN!

Por favor si sacar algo en limpio de mi que sea esto.

Si haces un poco cada día, en unas semanas tendrás tus primeras ventas. Y entonces podrás dedicarte 100% a lo que te gusta.

Y si persistes empezarás a ganar más dinero del que nunca soñaste.

Por el estilo de vida que quieres,
David Valois