martes, 20 de septiembre de 2016

Como superar tu noche mas oscura


Quiero contarte algo sobre tu momento antes del triunfo.

Es el momento más oscuro. Pero tienes que pasarlo.

La noche antes de intentar escalar el monte Everest fue dantesca para Edmund Hillary.

Pasó la peor noche de su vida. La más oscura. El desafío físico era monstruoso. Puede que estés en la misma situación y por eso te interese esto. Sigue leyendo.

Hillary estaba acampado a 8.400 metros y su tienda estaba atacada por un viento que sonaba como mil tigres. Y respiraba con bombona de oxigeno. Pero lo peor fue que su colchón inflable se había pinchado y no podía tumbarse a dormir. Si se tumbaba su cadera se congelaría en contacto con el suelo helado.

No podía dormir a pesar de estar exhausto. Y todo en la oscuridad más absoluta.

Pero lo peor no fue el sufrimiento físico sino la tortura psicológica. ¿Qué estaba haciendo? ¿Por qué arriesgarse? ¿Por qué seguir? Hillary escribió que esa noche estaba sólo, con dudas y muerto de miedo.

Los demonios interiores le torturaban sobre el peligro de intentarlo. Le atormentaba la pregunta “¿Qué sentido tiene subir el Everest?” En el peor momento posible vinieron las dudas. (¿Te suena?)

Muerto de frío, cansado y encima dudando. ¿Merecía la pena?

Para Hillary fue la peor noche de su vida. Seguro que sabes de lo que te  hablo. Tu también te sentiste así cuando quisiste algo grande. O lo sientes ahora…

Pero apareció la voz. La voz que te aparecerá a ti también.

Sigue.

Porque la noche es más oscura justo antes del amanecer.

Porque la peor noche fue seguida del mejor día: el 29 de Mayo de 1953. Ese día conquistó el Everest. El primer hombre en la historia.

Un año antes, todos los intentos de escalar el gigante de 8.850 metros fracasaron. Como las 15 expediciones que lo intentaron antes que él. Pero Hillary no se rindió. El también fracasó antes, pero volvió a la montaña y subió a la cima.

Luego muchos le siguieron. Cuando vieron que él lo había conseguido fue más fácil.

Pero Edmund Hilary y su guía sherpa Tenzing lo lograron cuando no había prueba de que podía conseguirse.

Hillary dijo que no conquistó el monte, sino a sí mismo. Y eso es lo que tienes que pensar tú. Que tienes que ganarte a ti mismo. Que se trata de ti. Es tu vida.

Hillary se ganó el Himalaya y a su gente. Y también a Nueva Zelanda, su país. Gracias a su fama regresó los siguientes años y pudo ayudarles a construir infraestructuras: aeropuertos en las montañas, colegios y hospitales. Su hazaña le permitió ayudar a más gente.

Pero todo gracias a haber conquistado primero el Everest. Por haberse conquistado a si mismo.

Pero primero pasó por la noche más oscura.

Y estoy seguro que tú también estás en tu noche más oscura o a punto de conquistar algo grande.

Sólo quiero que no te rindas. Que luches. Estás a nada de conseguirlo.

La noche es más oscura antes del amanecer.





David Valois






martes, 13 de septiembre de 2016

5 Claves para planificar con resultados

¿Quieres planificar para conseguir grandes proyectos y ganar más?

Sigue esto:

1. Empieza planificando tu día actual pero conforme pasan los minutos piensa en el largo plazo.
2. Es fácil entretenerse en detalles, pero dedícate también a tus ideales.
¿Tienes desglosados los objetivos a largo plazo de tu carrera o negocio?
¿Tienes un plan de vida para ti?
Sólo diseñarás el corto plazo si tienes claro el largo plazo.
3. Necesitas más tiempo para cualquier tarea de lo que parece inicialmente. Para todo tardas mínimo un 30% más de tiempo de lo inicialmente planificado. Cronométrate con esa llamada, leyendo emails o con esa tarea y lo comprobarás. Por eso añade tiempo en blanco a tu agenda.
Los ejecutivos con trozos de tiempo "libre" en sus agendas son más productivos que los que sobrecargan sus días. El estrés no hace más productivo.
4. Cuando planifiques desmenuza tus procesos al máximo, que veas los detalles en tu mente:
Abrir un documento, cambiar un párrafo, añadir una consulta, hacer luego una llamada, ordenarlo en otra carpeta...
5. Anticípate a los problemas. Intenta prever todo lo que pueda salir mal. Piensa en todo lo que pueda dar al traste con tus planes, ese tráfico imprevisto al dirigirte al aeropuerto, ese archivo que no quiere abrirse al hacer tu presentación o esa muestra enviada al cliente que quizás no llegue a tiempo.
Si lo prevés tendrás una solución y ahorrarás hasta días de trabajo extra. Prever errores es una de las mayores ventajas de planificar.


Por tu resultados,
David Valois