Quiero contarte algo
sobre tu momento antes del triunfo.
Es el momento más
oscuro. Pero tienes que pasarlo.
La noche antes de
intentar escalar el monte Everest fue dantesca para Edmund Hillary.
Pasó la peor noche
de su vida. La más oscura. El desafío físico era monstruoso. Puede que estés
en la misma situación y por eso te interese esto. Sigue leyendo.
Hillary estaba
acampado a 8.400 metros y su tienda estaba atacada por un viento que sonaba
como mil tigres. Y respiraba con bombona de oxigeno. Pero lo peor fue que su
colchón inflable se había pinchado y no podía tumbarse a dormir. Si se
tumbaba su cadera se congelaría en contacto con el suelo helado.
No podía dormir a
pesar de estar exhausto. Y todo en la oscuridad más absoluta.
Pero lo peor no fue
el sufrimiento físico sino la tortura psicológica. ¿Qué estaba haciendo? ¿Por
qué arriesgarse? ¿Por qué seguir? Hillary escribió que esa noche estaba sólo,
con dudas y muerto de miedo.
Los demonios
interiores le torturaban sobre el peligro de intentarlo. Le atormentaba la
pregunta “¿Qué sentido tiene subir el Everest?” En el peor momento posible
vinieron las dudas. (¿Te suena?)
Muerto de frío,
cansado y encima dudando. ¿Merecía la pena?
Para Hillary fue la
peor noche de su vida. Seguro que sabes de lo que te hablo. Tu también
te sentiste así cuando quisiste algo grande. O lo sientes ahora…
Pero apareció la
voz. La voz que te aparecerá a ti también.
Sigue.
Porque la noche es
más oscura justo antes del amanecer.
Porque la peor noche
fue seguida del mejor día: el 29 de Mayo de 1953. Ese día conquistó el
Everest. El primer hombre en la historia.
Un año antes, todos
los intentos de escalar el gigante de 8.850 metros fracasaron. Como las 15
expediciones que lo intentaron antes que él. Pero Hillary no se rindió. El
también fracasó antes, pero volvió a la montaña y subió a la cima.
Luego muchos le
siguieron. Cuando vieron que él lo había conseguido fue más fácil.
Pero Edmund Hilary y
su guía sherpa Tenzing lo lograron cuando no había prueba de que podía
conseguirse.
Hillary dijo que no
conquistó el monte, sino a sí mismo. Y eso es lo que tienes que pensar tú.
Que tienes que ganarte a ti mismo. Que se trata de ti. Es tu vida.
Hillary se ganó el
Himalaya y a su gente. Y también a Nueva Zelanda, su país. Gracias a su fama
regresó los siguientes años y pudo ayudarles a construir infraestructuras:
aeropuertos en las montañas, colegios y hospitales. Su hazaña le permitió
ayudar a más gente.
Pero todo gracias a
haber conquistado primero el Everest. Por haberse conquistado a si mismo.
Pero primero pasó
por la noche más oscura.
Y estoy seguro que
tú también estás en tu noche más oscura o a punto de conquistar algo grande.
Sólo quiero que no
te rindas. Que luches. Estás a nada de conseguirlo.
La noche es más
oscura antes del amanecer.
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martes, 20 de septiembre de 2016
Como superar tu noche mas oscura
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