miércoles, 2 de marzo de 2016

Salir de tu zona de confort

Estoy harto de oír esto:

Todo el mundo piensa que los grandes genios nunca salieron de su zona de comodidad.

Por ejemplo, Leonardo da Vinci, uno de los genios que más ha conseguido en la historia.

Es fácil creer que lo tuvo fácil.

Es fácil creer que todo le salía completamente natural y que todo lo que tocaba se volvía oro.

Sin fracasos, sin dolor, sin dudas.

Siempre en su zona de comodidad.

Pero no fue así.

Leonardo da Vinci lo sabía todo sobre la disciplina y salir de su zona de comodidad.

Experimentó toneladas de resistencia en sus descubrimientos.

Pero siguió adelante.

Según los historiadores, el secreto de su éxito fue su habilidad de tolerar largos períodos de incertidumbre con autodisciplina.

¡Porque Leonardo se rindió varias veces!

Pero su disciplina le hizo continuar luchando.

Disciplina y fuerza de voluntad fueron sus compañeros constantes.

(Nadie sabe que varios de sus proyectos más ambiciosos no pasaron de simples apuntes. Que no tuvo el coraje de completarlos. Dejo cientos de proyectos a medio terminar y a muchos de sus benefactores peligrosamente enfurecidos).

Tampoco se sabe que no fue a la escuela más elemental. Lo que muchos ven un obstáculo, fue la clave de sus éxitos. Sin ideas oficiales que le limitaran, su imaginación explotó. (Se adelanto cientos de años a su tiempo con ideas como el paracaídas y el helicóptero).

Su clave fue salir de su zona de comodidad. Ese fue el gran hábito de su vida. Y así tuvo infinitas posibilidades.

Y si el gran Leonardo superó la zona incómoda, tu también puedes. ¿Por qué no? El era humano y tenía sólo un cerebro, como tú.

Tú, al igual que Leonardo da Vinci, encontrarás la intolerancia, envidia y clasismo, sobre todo si tu trabajo es revolucionario.

Pero tranquilo. La gente tampoco aceptó al principio los cuadros de Monet, muchos grandes pensadores fueron rebatidos al principio, a Kafka nadie quería leerle y Coppola pasó hambre con sus primeras películas.

Cuanto más grande sea la partida, mayor la resistencia inicial. No esperes menos.

¡Pero da las gracias! Así desarrollarás el hábito de la resistencia y conseguirás una gran fortaleza.

La resistencia es un indicio seguro de que vas por el buen camino, el menos transitado.

Para que tengas la fuerza de Leonardo,
David Valois

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