El estrés no tiene un único objetivo. No solo se trata de un desencadenamiento de trastornos y enfermedades, caída del cabello y exigencia continua. Según expertos en la materia, el nivel adecuado de estrés puede potenciar nuestra creatividad, mantenernos motivados e impulsarnos al éxito.
Este estímulo es una respuesta natural, incluso instintiva que utilizamos para accionar en nuestro día a día. Y al mantenerlo en un nivel moderado, lo utilizamos de manera inconsciente como un útil motor para levantarnos de la cama y enfrentarnos contra el mundo.
Claro está, abusar de él no solo genera trastornos físicos y psicológicos, además nos hace adictos a ese “impulso” que nos produce.
El estrés puede ser provocado por situaciones de nuestro entorno diario como tráfico excesivo, cúmulos de trabajo y nuestra vida amorosa. Pero también puede surgir de situaciones que nos sorprendan y afecten de determinada manera (incluso de manera indirecta).
Para utilizar el estrés a tu favor es necesario que continúes con tu vida como lo has venido haciendo, con la sola diferencia de que aprendas a identificar cuando se te está yendo de las manos.
Cuando la tensión corporal te ataca o te sientes irritable/sensible, toma una respiración lenta y profunda a nivel de tu diafragma. Llena tu abdomen de aire y literalmente “oxigénate”. Haz esto con los ojos cerrados, conserva el aire por un momento, repítelo un par de veces y deja que tus músculos se relajen con cada exhalación.
Entre la quinta y sexta exhalación, verás cómo los síntomas del estrés comienzan a apaciguarse e inconscientemente tu cerebro transforma esa presión en un enorme motivador.
Un abrazo,
Steve
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