Le dije a un cliente
mío que se preguntase 10 veces seguidas: “¿Qué es lo que realmente me
preocupa?”
Insistí: 10 veces
seguidas.
No valía una, ni
dos, ni cinco.
10 veces seguidas.
La primera respuesta
no fue suficiente. (Es lo que aconsejan por ahí, los asesores de segunda
fila, una vez y asunto concluido). Pero esa patraña no funciona. Tienes que
ser duro e ir al fondo.
¡10 veces seguidas!
La primera respuesta
de mi cliente fue algo así como “Me preocupa que las cosas vayan mal”.
“¿Pero que te
preocupa en concreto?”, le dije.
Y la segunda
respuesta fue “Me preocupa que ese proyecto concreto vaya mal”.
Y seguí
preguntándole hasta que a la quinta respuesta dijo: “Me preocupa no encontrar
tiempo para mejorar mis relaciones y que mi vida sea demasiado aburrida.”
E insistí “¿Pero que
te preocupa de eso?”
Y siguió
respondiendo…
Insiste diez veces.
Nunca falla.
Al final dio con
ello. Tuve que rehacer una planificación de tiempo y hablar con unos
empleados que se estaban desmandando.
Pero supo
exactamente que tenía que hacer. Y luego dio el paso, no fue difícil. Adiós a
su problema y adiós al estrés.
Y ahora tú:“¿Qué te
preocupa?
-Y responderás “Que
mañana tengo que ir al trabajo”
Pero sigue: ¿Que te
preocupa de eso? ¿Tienes mucho pendiente? ¿No te valoran? ¿Tu jefe te echó la
bronca el otro día? ¿Qué falla en tu proyecto de vida?
Busca el eslabón más
débil. Puede ser una persona o una mala planificación tuya.
¿Qué te inquieta ir
al trabajo?
Quizás un proyecto a
terminar y volverás a preguntarte: ¿Y por qué me preocupa ese proyecto a
medio terminar? ¿Cuál es la verdadera razón?
Quizás no vas a
ganar el dinero que necesitas porque no se va a terminar a tiempo ¿Y por qué
no vas a terminar a tiempo? ¿Cuál es la verdadera razón?
Porque para
terminarlo a tiempo tendría que hablar con el Sr. X, la Sra. Y y el Sr. Z
para que se coordinen mejor, pero es imposible hacerlo a tres bandas.
¿Y por qué no lo
coordinas? ¿Cuál es la verdadera razón?
¡Hombre quizás si
hablo con el informático y me consigue una teleconferencia entre los tres lo
conseguiría!
¿Ves cómo lo tienes?
¿Ves el poder de preguntarte por qué? Esta técnica de la Muñeca Rusa nunca
falla.
Preguntando darás
con el cuello de botella, y podrás dedicarte exclusivamente a la solución.
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Por tu éxito,
David Valois
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martes, 26 de abril de 2016
Esto nunca falla...
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